Diario de Lyodrán. Aprendiendo del mundo y de los hombres
viernes, 28 de mayo de 2010
La espera es eterna...
La espera es eterna
Los hombres se preocupan de sus vidas
Y yo quiero ver la luz...
Mi espera se torna impaciencia. Sé que mi historia es difícil de escribir, complicada, por ello le doy todo el tiempo del mundo a "La Que Vive Conmigo", ocupada con sus libros, sus cosas, pero...voy insistiendo y empujando, que ella sé que comprende que debe contar la historia de mi familia, pero también sé que se trata de una época poco documentada, oscura y desarrollada en un país cuya historia es desconocida por la gran Europa.
He vuelto de mi letargo y quiero hablarle al mundo. Hasta que no sea así, mi historia permanecerá dormida. Hacedme un lugar porque vengo dispuesto a todo y no os quedaréis indiferentes.
Los Siete Dragones de Inverness vuelven, con fuerza de animal, más fieros que nunca. Los Dragones de la estirpe de la Cruz de Rosslynn vuelven para contar su historia.
Lyodrán, El Dragón.
Publicado por Carolina en 17:03 5 Pensamientos de los Maestros
Etiquetas: Cruz de Rosslyn, El Comienzo, Siete Dragones de Inverness
miércoles, 10 de febrero de 2010
EL REGRESO
Un nuevo día amanece...
El Sol despierta de su letargo...
Aquí estoy, la Serpiente que vuela...
He regresado, la espera terminó...
Yo, Lyodrán, dragón de la antigua estirpe de los Dragones de Rosslyn, descendiente de una gran generación ya extinta -eso creo-, perteneciente a la familia conocida como "Los Siete Dragones de Inverness", he vuelto al mundo mortal y a continuar mi vida con "La Que Vive Conmigo", después de dejar el territorio que ocupa mi nueva existencia, para visitar mi antiguo hogar y mis viejos amigos, esperando, siempre esperando, a que mi historia vea la luz del sol.
Pero "La Que Vive Conmigo" anda ocupada, muy ocupada, con sus cosas y sus amigos; a mi vuelta, me sorprendió, la muy canalla, diciéndome:
-Lyodrán, empaqueta tus cosas, nos vamos.-
-¿Nos vamos?...¿Cómo que nos vamos?.
-No preguntes, por favor, nos vamos.
Mi rostro, ya de por sí feo -más que feo, fiero y agresivo-, se contrajo en una mueca aún más fea, fiera y agresiva; mis fosas nasales empezaron a exhalar humo negro de gas metano (¿o carbono?), no sé, confundo los gases...
Lo único cierto, es que La Que Vive Conmigo me dejó... confundido...
Me retiré a un rincón y empecé a resoplar. Mis escamas de reptil refulgieron de tal modo que su primigenio color rojo fue tornándose a dorado, producto de un enfado sin igual como no recuerdo haber sentido antes.
...Y ahora... ¿debemos dejar todo atrás?... -le pregunto a La Que Vive Conmigo-.
-Sólo lo que no nos no resulte imprescindible. Lo inútil, los malos recuerdos, lo que nos traiga a la memoria lo infelices que fuimos alguna vez, todo ello debemos tirarlo a la basura, desprenderlo de nuestro corazón.-
-Dáme tiempo, le respodí a mi otro yo. Dáme tiempo.
-No queda tiempo ya, es hora de marcharnos...
Sus palabras, sus suaves palabras, provocaron una gran convulsión en mi recién llegada persona, animal, a este mundo mortal. No sabía cómo reaccionar; pero sus ojos, sus ojos color de los mares de este infinito mundo, me tranquilizaron y convencieron de que debíamos partir; hacia un nuevo mundo, un nuevo amanecer de serenidad, donde mi historia sería por fin contada, con infinita paciencia y sabiduría -eso creo otra vez, al menos confío en que así será-.
La historia de Lyodrán, mi historia...
Pronto comenzará, desde sus inicios, o así lo espero...
LYODRAN, el Dragón.
Publicado por Carolina en 14:38 3 Pensamientos de los Maestros
Etiquetas: El Comienzo, El Regreso, Lyodrán, Orígenes
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